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Hay muebles nuevos, nuevos pero con aspecto vintage y otros que son verdaderas antigüedades. ¿Sabías que en los últimos años se ha revalorizado el valor de los muebles antiguos? Como no todo el mundo sabe reconocer un mueble antiguo hemos preparado unos consejos que puedes poner en práctica siempre que te encuentres con muebles que tengan una apariencia antigua y pienses que realmente pueden ser una antigüedad.

Uno de los principales requisitos que deben cumplir los muebles antiguos es que como mínimo tienen unos 100 años. De no ser así, no se la considera una antigüedad. Pero eso no es lo único que caracteriza a los muebles antiguos. Éstos se conocen también por haber sido fabricados con técnicas artesanales, que hoy en día con todos los avances técnicos que existen, no se emplean.

pesar de todo, también hay mobiliario que ha sido fabricado con el estilo de muebles antiguos. Hay excelentes artesanos que se dedican al diseño y confección de muebles con estilo antiguo.

¿Cómo reconocer, entonces que se trata de un mueble antiguo?

Existen ciertos trucos que los delatan. Por ejemplo, un mueble antiguo no tiene una pátina uniforme. Y es que con el paso del tiempo y la acumulación de polvo o suciedad, la pátina del mueble varía en función de estas características.

Si tienes un poco más de conocimiento de los materiales empleados en cada mueble, puedes hacerte una idea del período de tiempo del que procede el mueble antiguo. A partir del siglo XVIII predominaba la amboina, un material similar al nogal; la caoba fue un material usado frecuentemente para producir muebles en Inglaterra; los muebles antiguos tapizados suelen utilizar el haya como material, de manera preferente.

Una vez ya has echado un vistazo al tipo de madera empleado en el mueble antiguo, hay que prestarle mucha atención a la construcción del mismo, ya que las técnicas usadas en la antigüedad son más rudimentarias que las actuales. Algo que delatará enseguida a un mueble antiguo es el hecho de que los tableros de la parte superior estaban formados por varias capas de madera.
Los cajones, por su parte, suelen costar un poco más de trabajo a la hora de abrirlos si se trata de un mueble antiguo, además, los revestimientos de estos suelen ser de pino o de roble. Y cuanto más antiguos son, más gruesos. Era frecuente que en el siglo XVII fueran recios, de hasta unos 3 centímetros de espesor. Esta característica, como ocurre con casi todo, se fue puliendo conforme pasaron los años, por lo que en los siglos posteriores, la madera de los cajones era mucho más fina.

En cuanto a los tiradores de muebles como las cómodas, presta atención para ver si están fijadas con clavos. Antiguamente era como se solían fijar y, sin duda es una característica esencial para reconocer un mueble antiguo. No olvides que para reconocer un mueble antiguo la atención es esencial.